Hablar de El Lissitzky es hablar de mucho más que de constructivismo. La impronta que dejó el famoso diseñador ruso sobre artistas y diseñadores posteriores supuso un antes y un después en el sector. Hoy repasamos la vida y obra de Lissitzky y su impacto sobre el mundo del diseño gráfico.
Quién es El Lissitzky
El 23 de noviembre de 1890, Lázar Márkovich Lissitzky nació en la localidad de Pochinok, en Smolensk. Se crio en una Rusia convulsa y agitada, durante una época de cambios políticos radicales y un auténtico caldo de cultivo cultural derivado de la concienciación social y el incipiente comunismo del país. Artista, fotógrafo, arquitecto y sobre todo tipógrafo y diseñador, se erigió como una de las figuras más determinantes de la vanguardia rusa. Su figura supuso un enorme impulso para el desarrollo del suprematismo y la propaganda soviética. Además, es considerado por muchos el máximo exponente del constructivismo y el arte abstracto ruso.
El Lissitzky comenzó su carrera artística como ilustrador de libros infantiles de corte judío, promoviendo su religión a lo largo de una Rusia que acababa de eliminar un amplio conjunto de leyes antisemitas. A la edad de quince años comenzó a impartir clases, adoptando la docencia como principal vocación durante toda su vida.
Trayectoria de El Lissitzky
A mediados de la segunda década, su mundo daría un vuelco al conocer al pintor ruso de origen polaco, Kasemir Malévich, con quien trabajaría conjuntamente en la Escuela de Arte de Vitebsk. En 1915 Malévich publica un folleto titulado «Desde el cubismo al suprematismo en arte, el nuevo realismo en pintura, hacia la absoluta creación», creando oficialmente el suprematismo, reduciendo los elementos pictóricos al mínimo en su afán por «re-codificar el mundo» rechazando las formas naturales y promoviendo las formas geométricas. Lissitzky se unió a Malévich y su grupo artístico suprematista UNOVIS (Utverdíteli Nóvogo Iskusstva o Forjadores del Arte Nuevo), donde llevó a cabo su propia visión del movimiento con la creación de los «Proun».
En 1920 coincide con Vladimir Tatlin, precursor del constructivismo, influyendo en gran medida en su filosofía artística hasta el punto de hacer de Lissitzky el principal valedor del movimiento.
En 1921, con el suprematismo dividido en dos vertientes; la puramente artística y la más funcional, El Lissitzky comienza a trabajar en Alemania, en diversas revistas y periódicos, además de compaginar su faceta artística. Es precisamente aquí donde desarrolló su carrera en el mundo del diseño gráfico, y se hizo amigo de otros diseñadores ilustres como László Moholy-Nagy, Theo Van Doesburg, Mies Van Der Rhoe, Richter y Arp, con los que fundó el llamado «Grupo G», el nexo entre el constructivismo ruso y el resto de movimientos internacionales.
En torno a 1925 publica un ensayo sobre el arte suprematista, titulado «Kunst and Pangeometrie» y dos años después contrae matrimonio con la viuda del director de una sala de arte en la que expuso sus obras en varias ocasiones.
En 1924 contrae tuberculosis y se traslada a Suiza para tratar la enfermedad, gracias a la marca «Pelikan», traduciendo artículos y experimentando con numerosos recursos. Permaneció allí hastsa 1930, cuando se vio obligado a volver a Moscú, donde continuaría desarrollando su actividad hasta 1941, donde finalmente falleció debido a una nueva tuberculosis.
El estilo de El Lissitzky, el Proun y mucho más
Durante la Revolución Bolchevique, Lissitzky realizó numerosos carteles propagandísticos de corte suprematista conocidos como «Prounen». Estas obras geométricas y abstractas poseían una asombrosa síntesis de conceptual y una exploración del lenguaje visual gracias al uso de formas geométricas, ejes cambiantes y perspectivas poco usuales.
A diferencia del suprematismo original, basado en el arte bidimensional, Lissitzky introdujo elementos visuales que lograban crear ilusiones tridimensionales, influenciado por su sensibilidad arquitectónica. El Lissitzky también ahondó en el campo de la tipografía y el fotomontaje, que supo conjugar con sus diseños constructivistas en numerosos carteles y obras.
No obstante, su obra más emblemática es sin duda «Golpead a los blancos con la cuña roja», de 1920. Una auténtica oda al constructivismo en la que se puede observar una cuña roja penetrando en un círculo blanco, en clara referencia a la revolución bolchevique.
Influencia y repercusión en el diseño gráfico y el arte
La filosofía de Lissitzky se basó en una sencilla premisa; la creación orientada a un objetivo o cambio social. El punto de vista de El Lissitzky fue asimilado por multitud de artistas, enfocando sus particularidades en función de sus necesidades. Es por eso que no podemos obviar el impacto que supuso El Lissitzky sobre la Bauhaus o el movimiento holandés, De Stijl, plantando la semilla de la época dorada del diseño gráfico a lo largo del siglo XX.
Su legado al arte contemporáneo y al campo del diseño fue más allá de la aportación de nuevas ideas y métodos de creación visual. Sus innovaciones en tipografía moderna y fotomontaje supusieron un antes y un después en el mundo del diseño.
Es digno mencionar su énfasis en conectar las mentalidades de diversos artistas a lo largo y ancho de Europa durante toda su vida. Su afán por extender los movimientos vanguardistas de los que era partícipe logró calar en multitud de artistas y diseñadores que gracias a sus ideas, ayudaron a dar vida a lo que hoy llamamos arte y diseño gráfico.
Conclusión
Como ha quedado patente, El Lissitzky fue mucho más que un diseñador o un simple artista. Su huella perdura a día de hoy en numerosos diseños y obras, y sus ideas ayudaron a desarrollar nuevos conceptos en el sector.
Por nuestra parte, nos despedimos por hoy, y esperamos que hayas disfrutado de nuestro artículo. Te animamos a compartir tus impresiones en el apartado de comentarios. ¡Hasta pronto!
Deja una respuesta
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *